Imagina un cumpleaños sin el hábito de "soplar velas" (ritual pagano para espantar "los malos espíritus" y llevar las oraciones del cumpleañer@ hacia los dioses en el cielo), o pasar un año nuevo sin practicar alguna costumbre familiar.
Los rituales le dan sentido y sustancia a nuestras vidas, brindando magia a nuestra rutina, enriqueciendo cada período por el que pasamos y, en última instancia, acompañándonos a través de nuestros momentos difíciles. Necesitamos rituales para crear un espacio sagrado y seguro en donde depositar nuestros complicados sentimientos y traumas. Porque al practicar un ritual estás trabajando tus creencias más profundas: ese acto concreto está lleno de simbolismos que informan a tu subconsciente del cambio que deseas manifestar.
"La necesidad de tener Rituales es un instinto humano básico, tan real, urgente y puro como nuestra necesidad de comida, refugio y afecto. Y es tan o más crucial para nuestra supervivencia. Como un imperioso instinto de unirnos con lo infinito, el Ritual nos recuerda una realidad más amplia y arquetípica e invoca en nosotros una comprensión visceral de tales paradigmas universales como la unidad, continuidad, conectividad, reverencia y el asombro. Como el sexo, las Ceremonias -en solitario o compartidas- nos entregan una forma de relacionarnos íntimamente con la Fuerza Universal primordial y nos permiten acoger el poder sagrado que informa y alimenta toda la Existencia. El Ritual es la cuerda que nos conecta con lo Divino. Cuando asignamos el tiempo y nos adueñamos del espacio psíquico para la Ceremonia, cuando asumimos la autoridad para hacerlo, somos capaces de transformar nuestras percepciones, perspectivas, experiencias y, en el proceso, nuestra realidad" -Mama Donna Henes, Shamana Urbana y Experta en Rituales ★⋆
⭐ Así que ya sabes: cuando practicas un ritual, le declaras al Universo que estás list@ para cambiar y evolucionar. Independiente que lo creas o no, esa declaración será escuchada ~
